You´re so much more,
endearing with the sound turn off...
Incubus-Talk shows on mute
La cantidad cotidiana de ruidos en la vida de un servidor es francamente alta, pero relativamente normal. Tal pareciera que el acostumbrarse a un panorama ruidoso es natural en un entorno urbano, o al menos el metropolitano en el que, afortunada o desafortunadamente, tiendo a desenvolverme. Mi punto radica ahí...ante el silencio me envuelvo, es insoportable tener la claridad en todas esas pretensiones de ideas, sensaciones y emociones que, como recién nacido, a veces me resultan desconocidas. El ruido alimenta un espíritu predispuesto por el empirismo de la vida cotidiana, las experiencias más rutinarias se han de enfrentar en medio del sonido interminable de una cadena de sucesos que podríamos llamar "un nuevo día".
La plena exposición de uno mismo ante sí mismo desnuda...deja en cueros la flaqueza que tanto pesa. Es pasmoso. Pero puede ser grandioso, lo malo es que no lo es siempre. Ahora mismo escribo con música de fondo, no vaya a ser que el mundo se calle, me deje sólo...me deje escucharme y entonces sí, no habrá a donde correr, y quién sabe qué me pondría a pensar. Quizás, sólo quizás, uno necesita envolverse en el silencio, para conocerse, presentarse...y luego desenvolverse, ya muy aparte del ruido. Quién sabe.
Por cierto, no sé si regrese para volver a escribir, creo que ésto es cosa de ratos.